Las naftas y gasoil aumentarían desde el próximo viernes un 7%. La telefonía móvil e Internet incrementarán la tarifa entre el 10% y el 11% a partir del 31 de agosto
Hubo acuerdo entre los integrantes del Frente de Todos para permitir que YPF aplique una recomposición.
El Gobierno nacional decidió avanzar en un aumento en el precio de los combustibles, congelados desde diciembre de 2019. Debutará en los incrementos de la nafta, tras ocho meses en el poder.
El incremento será de alrededor del 7% y está previsto para la semana próxima, a más tardar el viernes. Ya tiene el aval del presidente Alberto Fernández, de la vicepresidenta y de los ministros de Economía -Martín Guzmán- y Desarrollo Productivo -Matías Kulfas-. El aislamiento por la pandemia puede demorar la decisión, pero el consenso interno en el Frente de Todos para esta decisión ya se logró.
El litro de nafta súper ronda los $53,47 y la premium se despacha a $61,69. En dólares, al tipo de cambio oficial, son menos de 70 centavos, uno de los valores más bajos de la región. “Está más barata la nafta que la leche”, defienden en casi todo el sector petrolero, como una señal del atraso de precios, Las compañías hablan de un aumento pendiente del 15%, pero asumen que eso no se podrá trasladar de inmediato. “Menos de la mitad”, explicaron funcionarios, lo que situaría el aumento en alrededor del 7%. Ese promedio suele tener distinta aplicación. En general, los combustibles “premium” suben más.
Los precios de las naftas no se modifican desde el 1° de diciembre de 2019. Las modificaciones posteriores fueron por tributos o costos de biocombustibles, pero no en los márgenes de las empresas.
Con la tarifas de luz y gas congeladas, será el primer movimiento de productos energéticos de esta gestión. En los mandatos de Cristina Fernández, los aumentos de combustibles eran una constante, en especial desde que se expropió y se estatizó.
El precio del barril de petróleo crudo Brent, que se utiliza como referencia en la Argentina, también está en alza. Y su comportamiento podría decidir el tiempo de comunicar el aumento local.
El decreto que promulgó el “barril criollo” -un precio “sostén” para la producción local- establecía que ese piso podía derogarse si el Brent cotizaba más de 10 días por arriba de los US$ 45. Eso vino pasando en las últimas jornadas. Si se cumple una decena de días del Brent en aumento, el “criollo” podría quedar sin efecto.
La suspensión del “barril criollo” habilitaría a las productoras a tratar de cobrar más caro sus productos. Y si los refinadores -los que transforman el petróleo en combustible- cuentan con márgenes, también podrían afrontar esa erogación, según entienden en la industria.
Sergio Affronti, CEO de YPF, habló con el ministro de Economía, Martín Guzmán, sobre el aumento. Unos días antes, lo había reclamado Guillermo Nielsen -presidente de YPF- por la radio. La jugada fue sincronizada, y hasta contó con el aval del presidente Alberto Fernández.
La mayor oposición al incremento de las naftas venía por parte de Cristina Fernández de Kirchner. Pero la vicepresidenta escuchó a Miguel Galuccio (dueño de Vista, y ex presidente de YPF), y sus ideas sobre mejoras en los ingresos para YPF y la industria. El empresario tiene un acceso privilegiado al oído de la ex presidente.
El secretario de Energía, Sergio Lanziani, no participa de la toma de decisiones. Su salida de ese cargo es considerada como inevitable para la mayoría de los funcionarios vinculados al sector.
Las ventas de combustibles están en caída por el aislamiento. Solo hubo una recuperación -y en algunos casos, hasta mejoría interanual- en ciertos bolsones del campo que consumen gasoil.
Aumentos en las tarifas de celulares e internet
Las tarifas de los servicios llevan varios meses congeladas y las compañías ya tomaron la decisión de aplicar aumentos en el corto plazo. Por ejemplo la telefonía móvil e internet, que aumentarían entre el 10% y el 11% a partir del 31 de agosto, fecha en que vence el congelamiento impuesto por el Gobierno nacional por la pandemia de coronavirus.
Según publicó Ámbito, las compañías también indicaron a Télam que mantenían la negociación con el Gobierno, pero que el aumento promedio será inferior a la inflación acumulada, no alcanzará a la totalidad de los usuarios y se mantendrá sin costo el acceso a los contenidos educativos.
En se sentido, las empresas justificaron la «adecuación» de los precios al consumidor por el aumento de los costos de mantenimiento de infraestructura y servicios de telecomunicaciones y la devaluación del peso en una industria que tiene un alto porcentaje de sus insumos dolarizados.
En el caso de Movistar, anunció un aumento del 10% en el «Plan pospago más representativo», mientras que para los prepago indicaron que en octubre «finalizará la bonificación» que habían implementado en noviembre pasado y que a pedido del gobierno extendieron en marzo.
Según consignó Télam, para la banda ancha fija el «aumento promedio» será del 9% y señaló que «no alcanzará a casi la mitad de la base de clientes». También en septiembre finalizará la bonificación de $104 otorgada para el bono de telefonía fija.
Además, mantendrán sin modificaciones los planes inclusivos y planes reducidos, así como la bonificación por tres meses de la actualización en las cuentas para pymes con servicio de banda ancha cuyo tráfico disminuyó un 70% o más.
Por su parte, Claro indicó que los planes más económicos no tendrán aumentos, y que el plan reducido se mantendrá en $250 y el inclusivo en $280.
En este caso también el aumento promedio será del 10% y para los planes prepagos se activarán los aumentos que fueron suspendidos en marzo pasado.
Personal, en tanto, tiene un aumento promedio del 11% en los servicios móviles (pospago y prepagos) y del 11% en todos sus servicios móviles (prepago, pospago), fijos, TV Paga e internet fija que comenzarán a implementarse.
Los precios de los servicios «Reducidos» e «Inclusivos» se mantienen sin modificaciones, según esta compañía.