En Salta preocupa el aumento de casos de suicidios en jóvenes, y los especialistas insisten en que la clave para prevenirlos está en la mirada atenta de quienes los rodean.
La psicóloga Leila Paz, del equipo interdisciplinario de la Asesoría de Menores e Incapaces de Cafayate, explicó que el suicidio no ocurre de un día para el otro, sino que es un proceso que da señales que pueden detectarse.
“Lo más importante es la capacidad de observación y de escucha que tenemos los adultos que acompañamos a los adolescentes”, aseguró por FmAries.
Según la profesional, la adolescencia es una etapa de gran vulnerabilidad emocional, donde los jóvenes son más impulsivos y las situaciones externas —como problemas familiares, violencia, consumo de drogas o traumas no resueltos— pueden empujarlos hacia conductas de riesgo.
Las señales de alarma pueden ser autolesiones, cambios de ánimo muy marcados o frases como ‘no quiero seguir viviendo’ o ‘todo sería mejor si no estuviera’.
Paz resaltó que hablar del tema es fundamental: “Cuando alguien advierte estas señales, debe intervenir, guiar o alertar a un adulto responsable. La prevención comienza ahí”.
