Todo ocurrió el pasado sábado 13 de agosto en el interior de un boliche ubicado en las inmediaciones de la Terminal de Ómnibus. Uno de los hechos se produjo cuando una de las acusadas se acercó al esposo de una de las denunciantes y le habría sustraído de su cintura el celular. Fue en ese momento que la denunciante, al darse cuenta de lo sucedido, le pidió que le devolviera el celular, pero la acusada negó tenerlo. Ante la negativa, se produjo un forcejeo en el que intervinieron otra mujer y varios hombres que agredieron a la denunciante para que la soltara y, al no hacerlo, la sospechosa le mordió la mano, dándose ambas mujeres a la fuga.
Apenas pudo, la denunciante dio aviso a personal policial que, junto con el cuidador del estacionamiento de vehículos, identificaron el auto que abordaron las dos mujeres, conducido por otra mujer y que fue detenido antes de que lograran retirarse.
A pedido de la damnificada, personal policial llamó al número de su teléfono celular, el que comenzó a vibrar en la puerta del lado del conductor del vehículo, desde donde sacaron el teléfono recién sustraído, varias fundas de celulares y otros celulares más.
El otro hecho denunciado también sucedió en el interior del mismo boliche, en circunstancias que la segunda damnificada se dirigió a la barra de bebidas y le dio su celular a su pareja y éste fue víctima de la sustracción del teléfono móvil. La damnificada, darse cuenta, le pidió a la sospechosa que se lo devolviera y, ante la negativa, optó por salir del boliche. Ya en el exterior, tomó conocimiento de que unas mujeres habían sido demoradas y que tendrían varios teléfonos móviles.
Según consta en el informe policial, el teléfono móvil de la segunda denunciante se encontraba en el bolso de una de las mujeres demoradas.
En total, dentro del vehículo de las acusadas, se encontraron once teléfonos celulares, cuya procedencia no pudieron acreditar y se encuentran secuestrados.
Las acusadas permanecen detenidas y serán imputadas en las próximas horas.