Salta tiene historias que deben ser un llamado a la conciencia de la población y las autoridades. La de Mario es una de ellas. Tiene 79 años y, aunque podría estar en su hogar, disfrutando del descanso y su familia, sale a diario a ganarse el pan con la venta de globos que ofrece en el parque San Martín.
Después de las 4 de la tarde llega y se ubica en el lugar de siempre, en los juegos infantiles de calle Santa Fe entre San Martin y Mendoza, en el corazón del Parque.
Mario llega con su bastón y su banca a paso lento pero seguro, silencioso se ubica en un costado, y mientras los niños juegan, el infla globos y crea figuras con ellos: espadas, conejos, y diferentes animales que luego los sostiene en sus manos en silencio, hasta que algún niño curioso se acerca a preguntarle por ellos.
Cuenta que algunos años trabajo en un circo, de ahí su convicción de hacer reír a los niños. Con la magia fue que recorrió parte del país cuando era apenas un joven. Su talento y profesión fue hacer magia.
Mario comenta que tiene dos hijos profesionales, que viven en Córdoba y ya son adultos. Cuenta que trabajo toda su vida, fue empleado de la Dirección de Tránsito Municipal de Salta y luego terminó sus últimos años antes de jubilarse como ordenanza en la Escuela Normal.
Hoy se encuentra solo y vive solo cerca del templete a San Cayetano y a veces, como hoy, se levanta triste, decaído, y prefiere salir al parque a trabajar para “tomar un poco de aire y estar mejor”.
Mario es jubilado, uno más de miles que no les alcanza con su pensión para poder comprar sus alimentos y sostener su hogar. Es uno de muchos que no puede a sus 78 años descansar.
PH: Lumen Salta