Dicen que en cada esquina de Salta hay una historia, y no todas tienen que ver con la cultura, el folclore o los grandes acontecimientos de nuestro pasado. Algunas están profundamente ligadas a la creencia popular, como la del pequeño “Pedrito Sanhueso”, el llamado protector de los estudiantes, quien sigue vivo en el recuerdo de los salteños.
Hoy 19 de mayo se cumplen 63 años de su trágica muerte, cuando este niño de tan solo 6 años fue asesinado por un familiar luego de haber sido víctima de abuso sexual. Un crimen que sigue horrorizando hasta hoy y que, paradójicamente, dio origen a una fe popular que crece con el tiempo.
Pedrito es conocido como el “santo de los estudiantes”, aquel al que muchos alumnos recurren con plegarias y oraciones antes de rendir exámenes importantes, pidiéndole que los ayude a aprobarlos.
Por eso, su tumba en el Cementerio de la Santa Cruz —ubicado en el acceso a la ciudad de Salta por el Portezuelo— se encuentra colmada de ofrendas: guardapolvos, uniformes escolares, chombas y camperas de promociones del secundario, hojas con apuntes y otros objetos que el estudiantado le deja en señal de fe y gratitud.
