Don Carlos Cari, de 70 años de la localidad de Alemanía (Guachipas), lleva 22 días de pesadilla en el hospital San Bernardo. El pasado 25 de agosto se fracturó el húmero izquierdo en un accidente doméstico y desde entonces espera en una habitación de la Sala de Cirugía Especial de Mujeres que le operen el brazo maltrecho.
Marcos Cari, un joven docente que reside en la zona sudeste de la capital salteña, se hartó de ver sufrir a su padre y esta tarde, envuelto en impotencia, radicó en la Comisaría Novena una denuncia contra el traumatólogo Pablo Martín Copa por abandono de persona.
La presentación, que recayó en la Fiscalía Penal 4, tiene ribetes que marcan un serio llamado de atención en el sistema de salud pública, porque, en un contexto de pandemia, un paciente de riesgo está expuesto desde hace tres semanas a enfermar por COVID-19, a contraer alguna infección intrahospitalaria y perder su brazo.
Esta mañana, antes de llevar el caso a la Justicia, el denunciante puso el grito en el cielo ante referentes médicos en una reunión que comenzó y terminó con mal clima.
“Lejos de respuestas razonables, me dijeron que mi padre deberá seguir esperando entre 10 y 15 días más, porque el 9 de septiembre le realizaron una biopsia para determinar la calcificación de los huesos. Para colmo, después de la reunión, el traumatólogo Copa se presentó en la habitación y dijo que le daría el alta a mi padre, para que espere en su casa los resultados de la biopsia y la fecha de la operación, a lo que nos opusimos de modo terminante, porque es una barbaridad”, remarcó Marcos, quien así lo hizo saber en la denuncia que espera una pronta resolución judicial o médica.
ABUELO SE FRACTURÓ EL BRAZO Y HACE CASI UN MES QUE ESPERA SER OPERADO EN EL HOSPITAL SAN BERNARDO
