Una joven de 16 años estaba en un barrio de General Güemes cuando un conocido del gimnasio se le acercó en motocicleta. Tras una breve charla, él le pidió que lo acompañara a comprar yogur a un almacén. La joven aceptó y ambos se dirigieron al comercio.
Sin embargo, al salir del local, el hombre la llevó a su domicilio. Una vez allí, la invitó a pasar y comenzó a tocarla en sus partes íntimas. La menor reaccionó golpeándolo, pero el agresor continuó con el abuso. Luego del ataque, le pidió perdón y ella llamó a un conocido para que la rescatara. La denuncia fue presentada por su madre.
El acusado, estudiante y aspirante a policía, fue condenado a cuatro años de prisión efectiva como autor del delito de abuso sexual gravemente ultrajante. El fallo se dictó en un juicio abreviado del Plan Piloto de Oralidad, presidido por el juez Eduardo Raúl Sángari. Durante la audiencia, el imputado aceptó los términos del acuerdo. Cumplirá su condena en la Unidad Carcelaria 1.