Ireneo López es un artista salteño que, junto a su familia, se dedica a transformar neumáticos desechados en esculturas llamativas y originales.
“Empezamos vendiendo macetas hechas con neumáticos por Facebook y la gente comenzó a compartirlas. Notamos que había interés. Un día tuve ganas de probar algo distinto, algo más grande, y se me ocurrió hacer la escultura de un gallo”, recordó Ireneo sobre los inicios de este proyecto familiar.
Con el tiempo, su trabajo fue creciendo y ganando reconocimiento. Las esculturas que realiza no solo impactan por su tamaño y creatividad, sino también por el mensaje que transmiten: el cuidado del medio ambiente.
“Tratamos de evitar que los neumáticos terminen en la basura o se quemen. Es nuestra forma de contribuir y de reducir el impacto que generamos día a día”, explicó a Con Criterio Salta.







