La justicia salteña ha emitido una orden de desalojo tras la denuncia de una mujer de 67 años. La víctima, quien regresó a su hogar después de un trasplante de hígado, se encontró con que su hija, yerno, y el hijo de ambos se habían instalado en su casa junto a su esposo.
La situación se tornó insostenible para la denunciante, ya que su nieto había convertido el comedor en una peluquería y se llevaban a cabo reuniones con consumo de alcohol que perturbaban su vida diaria. En la denuncia, la mujer expresó que “la convivencia no da para más” y señaló los problemas de adicción al alcohol de su pareja.
La jueza de Violencia Familiar y de Género 3, María Carolina Cáceres Moreno, ha emitido una orden de desalojo, dando un plazo de un mes y medio para que el yerno y su grupo familiar abandonen la casa. Además, el nieto deberá trasladar su peluquería a otro lugar en el mismo plazo. En caso de incumplimiento, se podría ordenar el desalojo por la fuerza pública y abrir una causa penal por desobediencia judicial.
