“En algún lado tiene que estar. No se la pudo haber tragado la tierra así porque sí”, se desesperó Yamila este domingo.
Y volvió a mandarle un mensaje a la persona que se llevó a su hija: “Que me la devuelva. Soy la madre y tiene que estar conmigo. Que la deja en cualquier lugar público, que me la van a traer”.
Yamila recordó lo que hizo ese 14 de junio, cuando su sobrina de 3 años entró a la casa donde festejaban el cumpleaños de su hermana y dijo: “Guadalupe no está“.
“Me fijé debajo de los autos, todos la buscaron gritando por todo el barrio. Yo me fui a la casa del padre, que queda a tres cuadras, porque sabe ir y pensé que se había ido ahí, pero no estaba”, relató Yamila.
La mujer explicó que no se mueve de la casa de su hermana porque fue el lugar donde se la “quitaron” y porque los “rastrillajes” son por esa zona. En la puerta de la propiedad hay dos carteles con la imagen de la nena.
Yamila admitió, mientras se ladeaba de un lado hacia el otro en la fría tarde de San Luis: “Estoy nerviosa. Todo el tiempo estoy esperando noticias de Guadalupe, esperando que regrese, que me la dejen”.