La Iglesia Católica se prepara para un momento crucial en su historia: el próximo 7 de mayo comenzará el cónclave que elegirá al nuevo papa tras el fallecimiento de Francisco, el primer pontífice latinoamericano.
Un total de 135 cardenales menores de 80 años, provenientes de todo el mundo, se encerrarán en la Capilla Sixtina, ya cerrada al público, para iniciar las votaciones. El 80% de los cardenales electores fueron designados por el propio Francisco, lo que podría garantizar una continuidad en el rumbo reformista que marcó su pontificado.
Entre los nombres más mencionados como posibles sucesores destacan el italiano Pietro Parolin, actual Secretario de Estado del Vaticano; el filipino Luis Antonio Tagle; el ghanés Peter Turkson y el italiano Matteo Zuppi.
Los fieles esperan un papa de “personalidad abierta”, que continúe defendiendo a los pobres, los migrantes y promueva una mayor participación de mujeres y laicos en la Iglesia. Sin embargo, sectores más conservadores podrían apostar por un cambio de rumbo.
El cónclave, que siempre ha fascinado al mundo por su misterio y solemnidad, despierta esta vez aún más interés tras el éxito reciente de la película “Cónclave”, ganadora del Óscar. Sin embargo, los cardenales insisten: “el verdadero cónclave es mucho más que ficción, es un llamado a la unidad de la Iglesia en tiempos de desafíos globales.”
Se espera que el proceso dure varios días, en medio de oraciones, deliberaciones intensas y la tradicional señal del humo blanco que anunciará al nuevo líder espiritual de 1.400 millones de católicos en el mundo.