El anuncio de obra pública cero que realizó Javier Milei cayó como una bomba en todas las provincias, y Salta no fue la excepción. Consultado, el ministro de Infraestructura de la provincia, Sergio Camacho, advirtió que si se cumple con la paralización total de la obra pública que se ejecuta con fondos nacionales se perderán más de 15.000 empleos directos, además de un importante número de trabajadores que se benefician indirectamente de esa actividad.
“No era campaña del miedo, decíamos la verdad”, expresó el funcionario provincial, que se mostró muy preocupado por el devenir de la provincia y el país. A la vez se preguntó: “¿(aun) vivimos en un Estado de derecho o no?”, haciendo referencia a que el gobierno nacional ya firmó “cientos de convenios que tiene que cumplir”, caso contrario “recibirá una catarata de juicios”.