Lejos de despertar elogios, el esclarecimiento del robo al funcionario despertó fuertes quejas por no replicar la misma eficiencia en el resto de los robos. Además, se deslizaron hipótesis suspicaces respecto al contenido del teléfono robado.
En apenas seis días, la misma cantidad que demandó la creación de la tierra, la justicia local logró desentrañar el robo denunciado por el vicegobernador de la provincia, Antonio Marocco, quien perdió su teléfono celular a manos de un par de motochorros.
“Da mucha bronca, mucha impotencia. La violencia que se ejerce sobre uno. No física en este caso, pero sí se piensa en el ciudadano de a pie, quien tiene al celular como una herramienta de trabajo”, declaró el vice referirse al robo sufrido.
Su descripción del robo no fue para nada desatinada, pues interpretó muy bien el pesar de la víctima, la que, por lo general, no tiene la suerte de que la justicia le brinde respuestas tan rápidas como sí sucedió con el vicegobernador, quien, en menos de una semana vio resuelto su caso.
A diferencia de numerosos ilícitos denunciados, su caso no quedó archivado en la dependencia policial a la espera de que sea la fiscalía la que inste las medidas para su esclarecimiento. Tampoco el fiscal prefirió esperar a que ese trámite procesal sea cumplido por la policía.