En los Valles Calchaquíes, los pequeños productores ya comenzaron con la cosecha de pimiento para pimentón.
A lo largo del valle, se extienden campos cubiertos de frutos rojos que contrastan con las montañas multicolores. El rojo intenso de los pimientos secándose a la vera del camino parece competir con el paisaje.
La aridez del clima, la altura y la intensidad del sol se combinan para crear condiciones ideales. La siembra se realiza en enero y la cosecha, completamente manual, tiene lugar entre abril y mayo. Tras el secado, los pimientos se muelen y se envasan, listos para convertirse en uno de los condimentos más tradicionales del país.

