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Milei sin filtro: tilda de “traidora” a Villarruel y desata una guerra interna en el Gobierno

El Presidente cargó contra su vice por no frenar una sesión clave en el Senado. Bullrich también se sumó al cruce con fuertes acusaciones. Villarruel respondió con dureza.

En medio de un clima de tensión política creciente, el presidente Javier Milei arremetió públicamente contra su vicepresidenta, Victoria Villarruel, a quien tildó indirectamente de “traidora” durante un discurso en la Bolsa de Comercio de Buenos Aires. La crítica se dio luego de que Villarruel permitiera que avanzara una sesión en el Senado donde la oposición aprobó un aumento a los jubilados, una medida que el oficialismo rechazaba por su impacto fiscal.

“Lo hicimos con solo el 15% de la Cámara de Diputados, siete senadores y una traidora…”, lanzó Milei, sin mencionar nombres, pero dejando en claro su señalamiento hacia su compañera de fórmula. En el mismo discurso, volvió a definirse como el líder de “el mejor gobierno de la historia”, y celebró lo que considera una rápida estabilización económica.

Pero el conflicto no quedó ahí. La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, también apuntó contra Villarruel a través de su cuenta de X (ex Twitter):

“No sea cómplice del kirchnerismo destructor”, escribió, exigiendo que no “denigre la institución que preside”.

La respuesta de la vicepresidenta no se hizo esperar:

“Antes de hacerse la picante, repase la Constitución… Usted pululó de partido en partido, mientras yo combatía al kirchnerismo”, disparó, elevando el tono del enfrentamiento.

Villarruel defendió su accionar institucional y aclaró que no convalidó ninguna decisión del Senado, sino que cumplió su rol constitucional como presidenta del cuerpo.

Mientras tanto, los proyectos que originaron el cruce —aumento a los jubilados y prórroga de moratorias previsionales— fueron aprobados por amplia mayoría. Ya con Villarruel fuera del recinto, Bullrich redobló la apuesta:

“¿Qué pretende usted, Victoria? ¿Que le digan ‘muy bien, Vicky’? ¡Usted fue elegida para terminar con el kirchnerismo, no para ser cómplice!”.

La interna libertaria quedó expuesta como nunca antes, revelando una fractura profunda entre el Ejecutivo y su vice, en un momento donde la gobernabilidad necesita más acuerdos que enfrentamientos.