En una historia desgarradora que ha estremecido a la comunidad de Rosario de Lerma, un niño de tan solo 9 años ha tenido el coraje de denunciar el espantoso calvario al que ha sido sometido en manos de su propia madre y padrastro.
El pequeño, cuya identidad se mantiene protegida, llegaba diariamente a la Escuela Fragata Libertad, donde sus maestros notaban su cuerpo marcado por golpes y heridas. Finalmente, la angustia que llevaba dentro lo llevó a confesar la brutalidad que sufría en casa. Relató cómo era golpeado con cables, recibía patadas y era estrangulado por quienes debían cuidarlo y protegerlo.
Lo más aterrador era que en algunos momentos, quedaba sin aire mientras sus agresores subían el volumen de la música para enmascarar sus gritos desgarradores.
Los directivos de la escuela no dudaron en tomar medidas inmediatas, denunciando el grave maltrato al niño ante las autoridades. Al examinar al menor, se encontraron heridas en su cuello y oreja, además de hematomas ocultos bajo capas de crema.
El fiscal penal, Daniel Escalante, lidera la investigación de acuerdo con el Código Penal y la Asesoría de Menores e Incapaces está representando al niño, ya que sus propios progenitores son los acusados en este escalofriante caso. Dada la naturaleza de la violencia en el entorno familiar, se ha notificado al Juzgado de Violencia Familiar.
La policía, al ser alertada, ha establecido una consigna permanente en el hogar del menor, donde todavía reside con su madre y su padrastro. El fiscal advierte que están en plena etapa de investigación, pero los testimonios del niño son motivo suficiente para considerar el maltrato infantil como una presunción de delito.
