Un vuelo desde Salta hacia el Aeroparque Jorge Newbery en Buenos Aires se convirtió en una experiencia aterradora para los pasajeros debido a los fuertes vientos que azotaban la región central de Argentina. La tensión alcanzó su punto máximo durante la etapa de aterrizaje, cuando las ráfagas de viento violentas impidieron el descenso seguro de la aeronave.
El avión se sacudió intensamente, desencadenando el pánico a bordo. Pasajeros relataron momentos de caos con gritos, llantos, personas desmayándose y otros pidiendo ayuda. La tripulación de cabina también se vio afectada por la situación, quedando en estado de shock y siendo incapaz de proporcionar consuelo o asistencia adecuada a los pasajeros.
A pesar de intentar aterrizar durante aproximadamente una hora en el Aeroparque, las adversas condiciones climáticas no lo permitieron. Finalmente, la aeronave tuvo que desviarse y aterrizar de emergencia en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza. Afortunadamente, no se reportaron víctimas, pero las ambulancias y paramédicos estuvieron en espera para brindar atención médica a quienes la necesitaran al llegar a Ezeiza.