En el mundo solo se registraron 10 casos, de los cuales en solo dos hubo transmisión por placenta. El resto fueron errores humanos que provocaron el contagio como la bebé de Orán.
La niña nació con una cardiopatía y se desconocía si el contagia había sido por placenta o contacto estrecho con la madre que también había dado positivo. En este contexto, el doctor Mario Del Barco, confirmó que no hubo transmisión placentaria. Su estado de salud sigue siendo crítico.
El profesional, quien se desempeña en el Hospital Materno Infantil, informó que según las últimas investigaciones que responden al 30 de julio pasado, destacan que los niños son menos propensos a contagiarse de COVID-19 y que los recién nacidos tienen mucho menos probabilidades.
Informó que los adultos mayores y más aun los que tienen enfermedades crónicas están en el grupo de riesgo ya que presentan un receptor en las mucosas de la nariz., muy similar a un chupete, que hace que el coronavirus se adhiera e ingrese al cuerpo.
Los niños menores de 10 años se enferman mucho menos porque no presentan este tipo de receptores por lo tanto tienen menos potencial de contagio, indicó. Sobre los bebés, dijo que vienen de una placenta que según estudios científicos, tampoco tienen estos receptores por lo que la transmisión de una madre a su bebé, queda disminuida.
Del Barco sostuvo que a nivel mundial hubo solo 10 casos, lo que representa un ínfimo porcentaje y que de ellos solo 2 se confirmaron que hubo contagio por transmisión.
Manifestó que se hicieron estudios de cultivo del liquido amniótico, del cordón umbilical y de células importantes que confirmaron la transmisión, pero aclaró que en el resto de los casos fueron todos errores de manejo antes, durante y después del parto, que provocaron que los recién nacidos se contagiaran como el caso del bebé de Orán.