Edgardo y Erika son sobrevivientes de un hecho que conmocionó a los salteños hace un año, cuando un conductor alcoholizado los atropelló al volver de trabajar y huyó del lugar. Hoy, enfrentan una vida llena de complicaciones y piden que los responsables sean condenados.
“Nunca pensamos que algo así nos pasaría. Salimos a trabajar, dejamos a nuestras hijas con sus abuelos y teníamos que buscarlas después del turno. Cuando volvimos a verlas, un mes después, yo ya no tenía piernas y mi esposa estaba con la cabeza vendada, sin poder caminar. Fue un golpe durísimo para mis hijas”, contó Edgardo entre lágrimas.
“Mis hijas no entienden cómo nos pasó esto. Miran mis fotos de antes y me dicen: ‘Papá, quiero que estés como antes para jugar’. Eso me destroza. Como sea, trato de seguir adelante y llevar una vida normal, pero es difícil”, relató a Con Criterio Salta.
Edgardo asegura que mantiene la fuerza de voluntad para seguir adelante, pero su situación es muy complicada: no puede trabajar y su esposa sigue en rehabilitación.
“Fue un milagro. Nos dieron dos días de vida en el Hospital San Bernardo, pero aquí estamos, solo por nuestras hijas”, dijo.
Destruyeron a mi familia. Quiero justicia, quiero que alguien venga y al menos pregunte cómo estamos. Nos arruinaron la vida. Agradecemos a quienes nos ayudaron, pero vivimos un infierno. Necesitamos un remis diario, medicamentos y, sobre todo, garantizar el futuro de nuestras hijas”, finalizó.
