El Milagro trae siempre más de una historia que conmueve. Como la de un peregrino que caminó con una cruz de grandes dimensiones, a cuestas sobre sus hombros. Su misión es llegar caminando a Salta y rendirle honor al Señor y la Virgen en la Catedral salteña.
No trascendió la identidad del sacrificado devoto, pero se sabe que viene de San José de Metán, a 175 kilómetros de Salta Capital.
La cruz que porta este peregrino mide aproximadamente 3,5 metros, y luego de cumplir con su promesa será donada tal como ocurrió en anteriores oportunidades.